quarta-feira, 6 de junho de 2007

MARIÁTEGUI Y LA LUCHA FINAL


El presente texto corresponde a uno de los tantos artículos que José Carlos Mariátegui escribió de su experiencia vivida en Europa, el texto que vamos a analizar es del año 1925 y que eran publicados en el semanario ilustrado “Mundial”, publicación compuesta por crónicas sociales con aguda crítica política y que fueron el estilo de esta revista limeña de la época, acostumbraba a reunir a colaboraciones de personalidades.

Era una de las revistas más leídas de su época por su visión del presente (a través de reportajes políticos), el pasado (artículos de historia) y el futuro (la llamada “literatura de vanguardia” fue una de sus características). En efecto, el autor de este texto, no es el gran Mariátegui que todos conocemos, un luchador tenaz de las reformas universitarias y luchas obreras (fundador de “Amauta”, 1926-que en su momento portadora de ideales, propuestas de desarrollo del país y de soluciones para los grandes problemas nacionales- y autor de los 7 ensayos de la interpretación de la realidad peruana, 1928) sino, el de un joven y brillante intelectual inconforme de su época, con una pasión por los cambios y ávido de volcar un sinfín de conocimientos. Vuelve de Europa, de un continente que había ya sufrido su primera guerra mundial, es decir, una situación de post-guerra. Un continente que en los siguientes años iba a vivir y tener cambios sustanciales en todo orden. Viajó gracias a una beca y regresó al Perú en 1923.Residió más de dos años en Italia donde contrajo nupcias. Anduvo por Francia, Alemania, Australia y otros países. Eran tiempos del segundo gobierno de Augusto B. Leguía, que se había caracterizado por su política personalista con orientación hacia la dictadura. La “Patria Nueva”, nombre con el cual se bautizó el flamante régimen, que arremetió contra la oposición política civilista y de otros tintes políticos.

El joven José Carlos Mariátegui que se vislumbraba por ser una persona dedicada a pensar y trabajar sobre la realidad peruana. Explica en una carta enviada a Enrique Espinoza (Samuel Glusberg) la afirmación de su pensamiento…“Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época señalan las estaciones de mi orientación socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional. Conforme al método marxista…”. Durante el gobierno de Leguía hay una bifurcación de pensamientos, se difunde la orientación socialista, especialmente con Mariátegui. En 1924 se forma el APRA, creado por Víctor Raúl Haya de la Torre bajo ideales nacionalistas y antiimperialistas.

La Europa que visitó Mariátegui comenzaba a transformarse. Alemania atravesaba por una inflación galopante, causada por las reparaciones de guerra. La clase media se proletarizó y la República de Weimar sufría el ataque tanto de la derecha como de la izquierda. Ya hacía su aparición Adolf Hitler con un golpe de Estado fallido. El fin de la Primera Guerra supuso el principio del fin del Imperio Británico. En Italia, Benito Mussolini había llevado a cabo la Marcha sobre Roma con las camisas negras de los Fasci di Combattimento (Fascio de Combate), núcleo inicial del fascismo. Rusia consolidaba la revolución bolchevique, sostenida por los soviets de obreros y militares. Lenin era su máximo exponente.

Mariátegui, brinda ahí, una lectura sobre lo que va a suceder en el viejo continente, las pretensiones imperialistas del nazismo y del fascismo que, en poco tiempo, iban a sumergir a Europa y al mundo entero en una conflagración sin precedentes.

Ahora, habiendo hilvanado al autor y su época, intentaré examinarlo, El texto a mi modo de ver, se divide en tres partes: en la primera (“las muchedumbres (...) lucha final”), Mariátegui enuncia que la lucha final puede tener dos opciones al mismo tiempo, una realidad y una ilusión. En la Segunda (el régimen colectivista (…) reemplazar”), subraya que los nuevos regímenes en Europa van a sufrir grandes transformaciones dejando de lado íconos referenciales. El tercer punto, (“sin un mito (…) no pueden vivir”), Mariátegui nos señala que todo hombre siempre estará en busca de un ideal, de un impulso vital, de vivir, es un instinto que todos poseemos, él mismo tiene esa convicción.

La Problemática del texto escrito por Mariátegui gira sobre La lucha final y habría que preguntarse si los hombres tanto del pasado y los actuales siguen en la búsqueda de una ilusión? y ¿En qué medida los grandes cambios históricos de la humanidad han sido basados en mitos e ilusiones? Madeleine Marx, una escritora francesa de la época, reúne en un texto sus impresiones sobre la Rusia bolchevique y que lleva como título Cést la lutte finale. Frase del canto de Eugenio Portier y que adquiere un significado como la Lucha final.

Y cuál es la razón para que Madeleine Marx pregonara que el grito revolucionario que ha escuchado en Moscú fue de una esperanza? por lo visto la revolución rusa ha logrado un cambio sustancial en el pueblo ruso. Mariátegui piensa que se van a suceder revoluciones similares no solo en Europa sino que se podría extender hacia América, para ser más exactos a nuestro país. Dichas revoluciones van a tener protagonistas similares, la muchedumbre, la masa, el pueblo.

La explicación del texto, el primer enunciado sobre lo que Mariátegui nos señala, si las muchedumbres revolucionarias libran verdaderamente su “lucha final”, él mismo piensa que los hombres que están del lado del viejo orden ven que la lucha final es una ilusión, una quimera, un sueño, una utopía. Mientras que para los entusiastas combatientes, como los describe, es una realidad. Pero, él define que el concepto de lucha final tiene dos palabras opuestas, es al mismo tiempo una realidad y una ilusión. El hombre por naturaleza está en busca de progreso, que lucha por encontrar un mejor bienestar, nada es gratuito. Las metas se cumplen pero que se van renovando de acuerdo a la coyuntura histórica, social y económica. Desde su punto de vista, el proletariado revolucionario vive con la idea de su lucha final mientras que la humanidad, vive con el sueño de tener su propia lucha final.

El segundo enunciado, hace referencia sobre la revolución francesa, revolución que trajo consigo cambios radicales, los hombres que lucharon por ello pensaban que era la lucha final y definitiva porque se había logrado derechos comunes para todos: libertad, igualdad y fraternidad. Mariátegui, describe que una nueva revolución asomaba con fuerza y dejaba obsoleta a la francesa, el régimen colectivista reemplazaba al régimen individualista, se estaba refiriendo a la revolución rusa. Pero añade que dentro de la revolución francesa ya se acogían las primeras ideas socialistas.

El tercer punto es muy significativo, sin un mito los hombres no pueden vivir fecundamente. El autor, llega a la afirmación de que el hombre durante su existencia va estar siempre en busca de un mito, no se sentirá realizado sino lo posee. Es su vivencia, es como su alimento diario. También refiere que el hombre que no posee condiciones intelectuales o filosóficas puede responder a la relatividad de su mito, como un cíclope, es decir, a un fanatismo. Sin tener en cuenta un razonamiento adecuado, dejando de lado la visión crítica. Solo piensa en lograr su cometido. Es una referencia al accionar que realiza la masa, la muchedumbre.

Podemos concluir que el tema central es el mito de la lucha final, de una fe, de una esperanza. El mito mueve al hombre a través de la historia. Ahora sabemos que Mariátegui afirmaba que sin un mito y la lucha final, la existencia del hombre no tenía ningún sentido histórico. Que la historia la hacen los hombres poseídos por una creencia superior, por una esperanza sobrehumana.

"Un día sin descanso"

Ya estaba oscuro cuando decidí regresar a casa, había trabajado todo el día y mi cuerpo me pedía descanso, estaba molesto porque se me habían escaparon algunos animales , recorrí las chacras del pueblo de San Juan Bautista. Había quedado exhausto… Estaba cansado, llegué a mi casa y mi familia ya estaba acostada, no tenía hambre, guardé la comida que me habían dejado encima de la mesa… al entrar a mi cuarto ví a mi mujer durmiendo, tiene 5 meses de gestación, para no molestar decidí no hacer ruido, tomé un ligero baño en el patio con el agua de la lluvia que había en el cilindro que servía para juntar agua... me coloqué mi pijama de dormir... y me metí en la cama, subiéndome las frazadas hasta la nariz. No pasó de unas horas y sentí de pronto un fuerte ruido…abrieron la puerta, escuché gritos, todavía era de noche. Me levanté presuroso de mi cama, le dije a mi mujer que se quedara en el cuarto callada, mi madre sale a acompañarme asustada, pero le dije que mejor se quedara con mi mujer. No podía ver nada, las luces de las linternas me cegan, trato de ver algo a través de los rayos de luz…Me increpaban y preguntaban a gritos ¡Quien es Edgar Noriega! me tapo los ojos y les respondí que era yo…les pido que se identifiquen…cuando de pronto siento un fuerte golpe en la cabeza que me derriba, pierdo la razón por unos segundos , trato de levantarme pero mis piernas flaquean…logro apoyarme en la pared, gritos y más gritos!!! siento un líquido caliente que recorre mi cara…se desliza por mi boca, es mi sangre…me cogen por los brazos y me vuelven a tirar al suelo, escucho la voz de dos mujeres, son mi madre y mi esposa, que suplican por mí para que paren de maltratarme…insultos de los hombres que callan los gritos de mis mujeres, no puedo hacer nada!!! Levanto ligeramente la cara, puedo ver las figuras de aquellos hombres, llevan pantalón verde y chompa negra con pasamontañas, me patean el rostro…sólo puedo ver por un solo ojo, me siguen castigando con patadas y puñetes en la espalda, siento que me voy a desmayar, ¿Qué puedo hacer? ¿Gritar? ¿ Suplicar para que no me sigan golpeando?...Me preguntan si soy cabecilla de Sendero Luminoso, con esfuerzo les respondo que no lo soy y trato de explicarles…parece que no me escuchan, escucho llantos, es un griterío, mis mujeres también son golpeadas sin misericordia, a pesar que está embarazada mi Olga…no puedo hacer nada…un fierro frío se desliza por mi cara, rastrillan el fusil y me apunta en la sien, ¡responde terruco maldito!¿ Eres o no eres ?...Si quieres, te vamos a matar delante de tus mujeres como a un perro sarnoso… me levantan y me desvisten, me quedo en calzoncillos, empiezo a tiritar, estoy descalzo…escucho fuera de mi casa un motor de un camión encendido… póngale una frazada en la cara y súbanlo al camión!... es la orden de uno del jefe del grupo que irrumpió en mi casa…ahora solo puedo escuchar, no veo nada…mis mujeres suplican y lloran para que no me lleven…igual aquí todos son terrucos, cállense o los matamos aquí mismo, son las voces de los soldados que invadieron mi casa. Herido me llevan a empeñones al camión, escucho pasos de hombres alrededor, perros que aúllan, sigo teniendo frío, con dificultad logro subir, el camión empieza a moverse, siento que se alejan de mi casa, ya no escucho la voz de mi Olguita y de mi madre…pienso que me van a liquidar y que me van a tirar en algún barranco…siento nauseas…me da vueltas la cabeza. El camión se detiene, me bajan a empeñones, escucho el silbido del viento frío de la madrugada. Me vuelven a interrogar, la penumbra de la noche y las estrellas en el firmamento son testigo de mi sufrimiento... ¡terruco de mierda hablas o te callamos para siempre!...rastrillan sus armas…empiezo a rezar un padre nuestro, pienso en mi mujer y en mi hijo que está por nacer, espero que nazca sanito, ¿podré verlo nacer? …me siguen golpeando, siento los culatazos que hieren mi cuerpo…pierdo la noción, me desmayo…escucho voces…estoy ahora con una frazada como abrigo, hey, hey amigo ¿qué te pasó? me pregunta el tipo que está a mi lado ¿dónde estoy? le pregunto…me dice que estamos en el cuartel de los Cabitos…aqui todos somos sospechosos, todos somos terrucos, estamos jodidos, nos cagamos, los milicos van a ser de nuestras vidas un infierno...comienza a despedirte de todas las personas que conociste hermano, me consuela mi compañero de celda...no sabré si podré ver a mis seres queridos, este cuartel se ha convertido en la tumba de muchos campesinos del lugar …el lugar tiene un fuerte hedor…solo me queda llorar, cierro los ojos …no sé si saldré de este lugar, escucho llantos y lamentaciones en voz baja al mismo tiempo, trato de levantarme pero mis piernas no tienen las fuerzas suficientes para sosternerme en pie...tiemblo y comienzo a ver el lugar en donde estoy,  es una celda inmunda que alberga a muchas personas, restos de comidas en el piso que son devorados por los roedores visitantes que conviven en el lugar...las caras de los detenidos tienen expresión de miedo y angustia...muchos de ellos por su expresión no han recibido ni agua ni comida alguna... nadie sabe lo que va a suceder en las próximas horas...tengo sed, mi boca está seca, busco un rincón para poder apoyar mi espalda...la frazada que tengo envuelta en mi cuerpo la siento pesada...me he orinado sin darme cuenta en ella...no me puedo contener las lágrimas que recorren mis mejillas, paso el brazo para secarlas de mi rostro...tengo un fuerte dolor de cabeza que me martilla el cerebro, pienso que es el fin...el terrorismo que azota todo el departamento de Ayacucho está cubriendo de horror y muerte por donde pasa...no sabemos quien está del lado del bien y del lado del mal...Dios me ha abandonado...¿será cierto ?, acepto con resignación mi destino...será un milagro salir vivo de este lugar, las heridas que poseo por el maltrato recibido quedarán tatuadas como mudos testigos...

Las mujeres y su lucha diaria

Una sociedad se autodefine en cierto modo según el nivel económico, social, político y cultural. En toda sociedad existe un círculo más o menos amplio de “perdedores”, sea que hayan ganado alguna vez, que vayan a ganar algo o lo más probable que nazcan y mueran en el anonimato de sus vidas, apenas visibles, subsistentes. El asunto se agrava, en cambio, cuando gran parte de la población que acaba de emigrar del campo a la ciudad, se agrupa en las urbes en condiciones infrahumanas.

En el cono sur de nuestra ciudad se ubica uno de los distritos más pujantes, “Villa El Salvador”, que está centrado y rodeado de zonas áridas. Muchos o la mayoría de su población son provincianos que han emigrado a la ciudad pensando encontrar un mejor destino.

Un sol abrasador nos recibe, un síntoma que nuestra estadía en esta parte de la ciudad será sofocante, felizmente llevamos ropas ligeras. Caminando en la arena caliente, subiendo y bajando por las calles, logramos ubicar la casa de la presidenta de la central de Comedores Comunales del cono sur que nos recibe con cierto recelo.

Pero, luego logramos que ella nos relate su experiencia como dirigente barrial. “Me llamo Paola Gamboa y estoy en el cargo dos años”. Ama de casa que por la necesidad decidió participar activamente en esta organización, la señora es de una figura menuda, delgada, tez trigueña y acento provinciano.

La organización a la que ella pertenece y preside data desde 1990. Las madres de familia se vieron en la imperiosa necesidad de formar este tipo de organización a consecuencia del “fujischok”, el presupuesto no les alcanzaba ni siquiera para alimentarse o llevarse tal vez un pan a la boca. Ante la crisis que estaban sufriendo decidieron agruparse y formar una “olla común”. Este método de ayuda consistía en que cada vecino participara con algún alimento o dinero, de esta manera pudieron aplacar el temporal y dar de comer a sus hijos. Fue una solución inmediata que nació por parte de ellas. Se tuvo apoyo del PES (Programa Social de Emergencia) a raíz que sus dirigentes reclamaron alimentos, pero solo duró tres meses, avanzando en este tipo de apoyo pidieron donaciones a instituciones privadas, el apoyo es una vez al año pero con los sobrantes que tienen los clubes de madres.

“No recibimos apoyo del Gobierno, somos comedores comunales autogestionarios, es evidente que todos los partidos políticos traten de buscar clientelaje político…” en estos comedores las propias madres de familia son las encargadas de preparar los alimentos, quienes reciben una ración diaria, y están empadronados en un cuaderno, cada poblador paga por el almuerzo solo S/. 1.50.

Pagar por un almuerzo esa cantidad parece irrisorio, “no se puede decir que sea nutriente pero son alimentos para llenar el estómago”, nos dice la dirigente mostrándonos el lugar donde cocinan 160 a 180 raciones que se preparan para este sector, no hay raciones fijas, en el tiempo más crítico llegaron a preparar 400 raciones. El lugar es relativamente pequeño porque la mayor parte la ocupan las tremendas ollas, tienen dos cocinas industriales que no se dan abasto para la cocción de los alimentos, pero a pesar de todo esto la comida parece apetitosa y da ganas de probar, no podemos hacerlo porque ya tiene dueño…

Así como este comedor, han surgido otros por la misma necesidad, y la primera acción que realizan es de llevar sus propias ollas y luego transcurrido un tiempo se las han ingenian para adquirir utensilios y otras cosas necesarias para el comedor.

En Lima y Callao existen 2,500 comedores y a nivel nacional 7,000 comedores en condiciones similares, sin apoyo del Gobierno no pueden hacer mucho, han presentado un proyecto que fue promulgado y convertida en ley en el año 1991. Sin embargo, todo sigue igual, no tienen presupuesto y no les han asignado alguno.

Hay casi siete millones de peruanos en situación de pobreza extrema, ningún tipo de ayuda reciben del aparato estatal, todo es limitado a los sectores afectados. Preocupa la suerte del Programa de Emergencia. Con el hambre ni con la angustia se juega, hasta el momento parece que ello esta sucediendo, no existe población más castigada que la peruana, lo más terrible es ser la más burlada.

Encuentro con los hermanos Colina

Cuando me propusieron tener un primer contacto con los hermanos Colina, Santiago y Carlos me pareció una buena noticia. Estar delante de ellos y ver como son realmente en vivo y en directo más aun.El día pactado, a través de un amigo, fue un día jueves. Solo sabía que estaban recluidos en el Centro Penitenciario “Sarita Colonia”. Centro que está ubicado en la zona de Gambetta, Callao. Mi amigo, un abogado penalista, fue el encargado de trasladarme hacia dicho lugar. Arribamos alrededor del medio día, hicimos los trámites usuales de rutina, mostrar el documento de identidad y el chequeo correspondiente, mi amigo ya me había aconsejado que no portara llaves, billetera ni celulares para evitar la demora y pasar por la puerta de recepción sin problemas. Los guardias del Centro Penitenciario nos miran con un poco de recelo, pero al final pasamos sin mucha demora. Tenía la idea de que el control iba hacer más riguroso y estricto. Nos trasladamos por el lugar, y viendo alrededor más parece una escuela de internamiento pero con seguridad ubicada en sus torres de vigilancia, el pensamiento que se tiene de aquellos lugares es de calamidad y hacinamiento, pero viendo aquello la realidad es otra. Delante de nosotros, hay un pequeño restaurante, y entramos para esperar al cliente de mi amigo, luego me entero que el cliente es ecuatoriano y está recluido por el delito de tráfico de drogas. El restaurante es el punto de encuentro de diversas nacionalidades, una especie de Torre de Babel. Entablamos una conversación amena con “Don César”, como lo llama mi amigo a su cliente. Pregunto en que momento, se podrá visitar a los hermanos Colina, y “Don César” me señala que después del almuerzo. Miro mi reloj y ya son las dos de la tarde, vamos al encuentro. Avanzamos un par de metros, hay una reja, en el otro lado un guardia de seguridad, nos pregunta a quienes vamos a visitar, y luego pasamos por un corredor. Son los vestuarios del coliseo cerrado que tiene el penal para las actuaciones de los reclusos, hay una puerta semi abierta delante de nosotros, tocamos y nos invitan a pasar. Es un pequeño cuarto con baño, y noto que en ese espacio solo caben con las justas dos camas. Puedo ver que Santiago es un tipo que gusta de la pulcritud, al costado de su cama tiene 5 sprays aromatizadores y otro tipo de cosas de limpieza, es un fanático de beber bebidas gaseosas porque debajo de la mesa que separan las camas hay un paquete de ellas, por su parte Carlos tiene una infinidad de papeles y libros, y un par de mancuernas que en sus momentos de encierro conjuga con el ejercicio físico. Saludamos y veo a dos tipos que están reposando después de la hora de almuerzo. Llegamos justo cuando estaban viendo una película de acción, Santiago desconecta los aparatos, y Carlos pregunta por mi nombre y el motivo de mi visita. Les explico que estoy haciendo un proyecto de reportaje para un Diplomado de Periodismo, y se interesan más cuando cito el libro “Ojo por Ojo-La verdadera historia del Grupo Colina”. Los dos me comentan que el autor de aquel libro, ha hecho una construcción a base de falsedades y que ellos jamás han dado las declaraciones como las que aparecen. En ese momento para seguir hondando en el tema, Carlos se levanta de su cama y me invita al corredor para conversar mejor. Mi amigo se queda dentro del cuarto hablando con Santiago. La conversación que empiezo a tener con Carlos es interesante, comenzamos la charla sobre el libro citado pero él prefiere hablarme de su vida militar que después comienza a hilar con cosas que en carne propia sufrió durante la lucha contra el terrorismo. El ex militar tiene un semblante de profesor de escuela nacional, me narra cada detalle con fechas y lugares, es alto y de contextura regular, ya no posee el bigote que tenía en el día de su captura. Me va señalando los motivos y sus apreciaciones sobre el libro citado, “es un mosaico de párrafos plagiados de otros textos. Ni Jara sabe lo que ha escrito”, afirma. Comienza a relatarme todos los acontecimientos y me muestra en forma detallada que en algunos párrafos del libro, el autor ha colocado frases inexactas. Entra de nuevo al cuarto y luego sale con un fólder y me muestra toda la documentación de denuncias que ha hecho al autor del libro, procuradores y medios de comunicación ante las autoridades del Poder Judicial e Indecopi. Todo es cierto, aprecio que sus declaraciones están en una sumilla extensa y que han sido presentadas a las autoridades del Ministerio Público. Pero que no han tenido las respuestas positivas que él esperaba, “todo está manejado con un interés político y nadie lo quiere asumir”. Añade que está escribiendo un libro sobre todos los acontecimientos que han sucedido a través de estos 15 años, luego me entero que el libro ya lo ha terminado y lleva como título “Detrás de la Colina- Política de Estado”, veo en su rostro una expresión de amargura y de querer gritar su “verdad”. El tiempo se pasó volando y nos avisan que debemos retirarnos. Hasta las cinco de la tarde se reciben visitas, quedamos para seguir conversando sobre el famoso libro en otra oportunidad y nos despedimos de los dos personajes. Mientras recorro hacia la puerta de salida, pienso que son dos personas comunes, y que han tomado notoriedad a través de su protagonismo en los hechos que todos conocemos. La justicia y el tiempo serán quienes los juzguen, en eso creo que todos estamos de acuerdo...